jueves, 31 de mayo de 2012

32.


-No puedo vivir sin ti.
-Sí que puedes.
-Sí, pero no quiero.

Al final de la escapada, Godard, 1960.

martes, 29 de mayo de 2012

31.

-¿Sabes cuál es tu problema?
Ella está sentada en el suelo, bebiendo té y mirando sus fotos. Yo estoy de pie en medio de la habitación, bebiendo cerveza. Por supuesto no sé cual es mi problema.
-Tu problema es que no eres alguien con quien se pueda contar. No estás en las fotos.
-¿Qué fotos?
-No importa qué fotos porque no estás en ninguna. En las fotos sólo estoy yo. Como si éstos, fueran sólo mis viajes.
Miro las fotos extendidas en el suelo y efectivamente no parece que esté en ninguna.
-Busca un poco. Recuerdo que en Hanoi me hiciste una foto. Debe de estar por algún lado. Y en el avión. Me hiciste una foto en el avión. De eso estoy seguro.
-Aquí está- dice ella-, tengo una foto tuya, dormido en un avión. Eso es todo. Es como si estuviera viajando sola.
-Pero no estás viajando sola. Yo estoy aquí aunque no esté en las fotos.
-Estás aquí, cierto, pero ¿por qué no estás en las fotos? ¿te has parado a pensarlo?
-No me gustan las fotos.
-Te gustan las mías.
-Las tuyas sí. No me gustan mis fotos.
-Ése es el problema, ¿lo entiendes ahora?
-No.
-Tu problema es que dentro de muchos años podrás negarlo todo, porque no habrás dejado pruebas. Y esto me hace dudar de la fe que tienes, ahora, en nosotros.
-Hay algo que se me escapa.
-¿Qué?
-Bueno, en realidad, todo. ¿Quieres hacerme una foto?
-No quiero hacerte una foto. Quiero que estés en las fotos. Quiero que dejes de luchar por no estar en ellas. Quiero verte a mi lado, en Tokio, dentro de un montón de años.
[...]

Tokio ya no nos quiere, Ray Loriga

lunes, 28 de mayo de 2012

30.

"Enhorabuena por tu trabajo, es impecable, no podemos ponerte pegas de importancia porque no las hay. Solo me queda decirte que dónde lo vendes porque te lo compro".

Y hablé de Aleixandre por ti.

29.


- Te quiero muchísimo.
- ¿Tanto como para irte otra vez?
- Tanto como para quedarme y esperar.

La educación de las hadas, J.Luis Cuerda, 2006.

domingo, 27 de mayo de 2012

28.


"En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados. Otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir. Otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien. Y algunos son buenos, y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces solo necesitas a una."

Siete almas, Gabriele Muccino, 2008.

27.

 
 
 
 
Riva.- Te encuentro. Me acuerdo de ti. Esta ciudad está hecha a la medida del amor. Tú estabas hecho a la medida de mi propio cuerpo. ¿Quién eres? Me estás matando. Estaba hambrienta. Hambrienta de infidelidades, de adulterios, de mentiras y de morir. Desde siempre. Ya me imaginaba que un día tropezaría contigo. Y te esperaba con una impaciencia sin límites, sosegada. Devórame. Defórmame a imagen tuya para que nadie más, después de ti, comprenda ya en absoluto la razón de tanto deseo. Vamos a quedarnos solos, amor mío. La noche no tendrá fin. El día no amanecerá ya para nadie. Nunca. Nunca más. Por fin. Me estás matando. Eres mi vida. Lloraremos al día muerto con conocimiento y buena voluntad. No tendremos ya nada más que hacer, nada más que llorar al día muerto. Pasará tiempo. Solamente tiempo. Y vendrá un tiempo. Vendrá un tiempo en que ya no sabremos dar un nombre a lo que nos una. Su nombre se irá borrando poco a poco de nuestra memoria. Y luego, desaparecerá por completo.
 
Hiroshima mon amour, Alain Resnais, 1959.

26.

Lunes 28:


San TFM
y mi santo.

sábado, 26 de mayo de 2012

25.


Cierro los ojos y aspiro el aire que sopla por allí. No sabe a nada, el aire, es lo más parecido a la nada misma, y a la vez lo es todo. Si dejásemos de respirarlo, moriríamos enseguida. Piénselo: si hemos de reducirnos a la más pura esencia, solo somos aire. Después de que ella se marchara, yo he quedado reducido a mi esencia, que es la suya. Quizá todo esto le parecen tonterías. Pero el hecho es que aspiro el aire sobre su tumba y siento que ese sabor a nada es el sabor de todo lo que me queda para ayudarme a vivir. He intentado creer en otras cosas, pero no lo he conseguido. Ya solo creo en el sabor del aire del desierto donde ella está enterrada.

El sabor del aire, Lorenzo Silva.

viernes, 25 de mayo de 2012

24.

Últimamente las palabras no son mías. No puedo escribirte, por eso te leo. Te leo en todas partes: en Machado y su angustia por Leonor, en el amor oscuro de Lorca o en los soplos de espuma verde de Aleixandre. He empezado a creer compulsivamente que todos los poemas hablan de ti y de mí. De nosotros. Y que ya existíamos antes. Que llevamos perdiéndonos y encontrándonos varios siglos. Porque nos tuvieron que inventar en otro lugar, estoy segura, antes, mucho tiempo antes de conocernos.

23.

Como la mar, los besos

No importan los emblemas
ni las vanas palabras que son un soplo sólo.
Importa el eco de lo que oí y escucho.
Tu voz, que muerta vive, como yo que al pasar
aquí aún te hablo.
Eras más consistente,
más duradera, no porque te besase,
ni porque en ti asiera firme a la existencia.
Sino porque como la mar
después que arena invade temerosa se ahonda.
En verdes o en espumas la mar, se aleja.
Como ella fue y volvió tú nunca vuelves.

Quizá porque, rodada
sobre playa sin fin, no pude hallarte.
La huella de tu espuma,
cuando el agua se va, queda en los bordes.

Sólo bordes encuentro. Sólo el filo de voz que
en mí quedara.
Como un alga tus besos.
Mágicos en la luz, pues muertos tornan.

Vicente Aleixandre





22.


"Soy de la opinión de que los amores juveniles realizados son una cursilada insoportable, mientras que los frustrados engendran magníficas deformidades psicológicas que más adelante permiten retrasar el momento en que echar un polvo es como subir un saco de arena a un décimo piso con los tobillos atados el uno al otro".

La flaqueza del bolchevique, Lorenzo Silva.

jueves, 24 de mayo de 2012

martes, 22 de mayo de 2012

20.


Por fingir que me quieres,
me abrazan y me besan.
Sus voces tiernas dicen
que tú abrazas, que tú
besas así. Yo vivo
de sombras, entre sombras
de carne tibia, bella,
con tus ojos, tu cuerpo,
tus besos, sí, con todo
lo tuyo menos tú.
Con criaturas falsas,
divinas, interpuestas
para que ese gran beso
que no podemos darnos
me lo den, se lo dé.

"Tú no puedes quererme", Pedro Salinas, La voz a ti debida, 1933.

sábado, 19 de mayo de 2012

19.


"¿Ves con qué facilidad se echan fuera las emociones? Cerrando una ventana"


Gilda, 1946

jueves, 17 de mayo de 2012

18.


Pero tu intención de ir
te llevó donde querías
lejos de aquí, donde estás
diciéndome:
«aquí estoy contigo, mira».
Y me señalas la ausencia.

Pedro Salinas

lunes, 14 de mayo de 2012

16.


Hay una mujer en la playa, sentada a mi lado, que quiere olvidar a un hombre, a un hombre que ya ha perdido, y no entiende qué puede haber de malo en olvidar lo que al fin y al cabo ya no se tiene. La mujer, al parecer, no había olvidado nunca antes y los que nunca han olvidado no pueden disimular el temor a que haya algo diabólico en nuestras erosiones químicas de memoria, por más que sea evidente, y así se lo digo, que es el recuerdo, no el olvido, el verdadero invento del demonio. (...)
- ¿Sabes lo que más me asusta? - no debe saberlo porque no dice nada-.
- Tu miedo. Y el entusiasmo detrás de tu miedo.
- Es curioso porque a mí es tu falta de miedo lo que más me asusta.
- Tengo tanto miedo como el que más miedo tiene. Aunque supongo que es un miedo distinto. - No hay un miedo distinto. Siempre es el mismo miedo.
- No exactamente.
- ¿No exactamente?
- No exactamente. Tu miedo empieza cuando despegan los aviones y el mío cuando los aviones aterrizan. 
Tokio ya no nos quiere, Ray Loriga. 

15.


 
Pensando “¿es esto lo correcto o no?”

sábado, 12 de mayo de 2012

14.


Me dueles.
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza, córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.

Jaime Sabines

miércoles, 9 de mayo de 2012

martes, 8 de mayo de 2012

12.

¿Cómo se acostumbra uno a tu silencio?

11.



Te veía
hacer esas cosas sencillas
que tú haces
para que el mundo
entre en razón;
y no sabía
a quién
darle las gracias.


Karmelo C. Iribarren

domingo, 6 de mayo de 2012

9.


Los instantes callarán. Y hablarán quedamente las cosas.

Cesare Pavese

8.


Muy joven, abrí mis brazos a la pureza. No fue sino un aleteo en el cielo de mi eternidad, sino un latido de corazón enamorado que late en los pechos conquistados. Ya no podía caer yo.
Amando el amor. En verdad, la luz me deslumbró.
La guardo bastante en mí para mirar la noche, toda la noche, todas las noches.
Todas las vírgenes son diferentes. Siempre sueño con una virgen.
En la escuela, está en el banco delante de mí, con mandil negro. Cuando se vuelve para preguntarme por la solución de un problema, la inocencia de sus ojos me confunde hasta tal punto que, apiadándose de mi turbación, me pasa sus brazos en torno del cuello.
Por lo demás, se separa de mí. Sube a un barco. Somos casi extraños uno a otro, pero su juventud es tan grande que no me sorprende su beso.

O bien, cuando se halla enferma, es su mano la que retengo entre las mías, hasta morirme, hasta despertarme. Corro tanto más rápido a sus citas cuanto más me atemoriza no tener tiempo de llegar antes que otros pensamientos me sustraigan a mí mismo.
Una vez, el mundo iba a acabarse e ignorábamos todo de nuestro amor. Ha buscado mis labios con movimientos de cabeza lentos y acariciadores. Bien he creído aquella noche que la devolvería al día.
Y es siempre la misma confesión, la misma juventud, los mismos ojos puros, el mismo gesto ingenuo de sus brazos en torno de mi cuello, la misma caricia, la misma revelación.
Pero jamás es la misma mujer.
Las cartas han dicho que volveré a encontrarla en la vida, pero sin reconocerla.
Amando el amor.


Paul Éluard

7.

sábado, 5 de mayo de 2012

viernes, 4 de mayo de 2012

jueves, 3 de mayo de 2012